A la hora de hablar del embalaje podemos hacer una primera distinción muy genérica que permite clasificar todos los productos en dos categorías: el embalaje exterior y el embalaje interior.
El embalaje exterior
El embalaje exterior hace referencia a todos aquellos productos que no están en contacto directo con el producto final de nuestros clientes, pero que cumplen su misión.
Ejemplos de estos embalajes son las cajas de cartón, el precinto, el film estirable y el fleje.
El embalaje interior
Por contraposición, podemos definir el embalaje interior como aquellos productos que actúan como relleno o como protección en el interior del embalaje y sí están en contacto directo con el producto.
Los ejemplos son numerosos: plástico de burbuja, papel, espumas, etc.
En esta última categoría podemos encontrar 2 tipos de aplicaciones: el embalaje como relleno y el embalaje como protección.
La elección de una u otra función vendrá determinado por la naturaleza del producto a embalar: si el producto es frágil o delicado, deberemos optar por embalajes que realicen una función de protección.
Por el contrario, si el producto no es delicado y no requiere de especial protección pero deseamos que la presentación sea la idónea, recurriremos a embalajes de relleno.
Embalaje de relleno
Dentro de la categoría de embalaje de relleno encontramos artículos muy comunes que cumplen su función de forma práctica y económica. Ejemplos de ello son el papel de relleno y el plástico de burbuja cuando es utilizado con esta finalidad.
También encontramos en esta categoría el relleno de viruta de poli estireno expandido.
Por otra parte, encontramos productos con un mayor nivel de desarrollo. Nos referimos a los equipos de relleno ya sea mediante aire o mediante papel.
Estos equipos consiguen generar un embalaje mediante el inflado de bolsas de aire o el arrugado de papel a un mínimo coste, mejorando a la vez los costes de su relleno, los costes de almacenaje y la imagen de sus productos.
En la categoría de embalaje como protección encontramos materiales como la burbuja y la espuma (ya sea en rollo o en diversos formatos como bolsas, planchas o diseños más complejos), pero también encontramos otros equipos y sistemas que ofrecen características superiores a un coste competitivo.
Es el caso de los equipos de producción de burbuja, como el New Air o los equipos de producción de espumas, como Instapack en sus múltiples formatos.
Si desea que le asesoremos sobres qué función debe cumplir el embalaje en sus procesos productivos, no dude en contactar con nosotros. Estamos en Barcelona y Madrid.
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